jueves, 10 de marzo de 2011

Las luces se van matizando

Cada uno de nosotros tenemos un timbre de voz y una mirada propia.
Nuestro tambor la tiene también, y la manifiesta a traves de nuestro toque.

Podemos escuchar gente que sale a matar con el tambor y pega tantos palazos a su pobre lonja que es como el gritón en la vida cotidiana o el cómico que vive puteando, seguramente, todos estaremos acostumbrados a oírlo tocar asi y por más que saque un tremendo volumen en su toque, no creo que muchos se den vuelta asombrados,,,será cosa cotidiana.

En cambio ...en cambio...
el que toca mas sutilmente, el que sabe manejar el sonido , pero tambien EL SILENCIO...
el repique que le da con todo en un instante...e inmediatamente después de eso ataca la madera retirándose para dar lugar a otro...
el piano que habla cuando es necesario pero que sabe hacer base suave cuando eso es menenster para el sonido colectivo...
el chico que no desea figurar tocando mas fuerte que los otros...solo pretende ir firme y a tiempo...ese será el que cuando pegue un solo y único golpe fuerte, matizando un instante la cosa, y después haga OIR SU SILENCIO que suena mas fuerte que cualquier volcán en erupción...ese será sin duda escuchado por todos...
Tal vez nadie gire la cabeza porque no será violento, pero todos agudizaremos el oído para disfrutar ese matíz...esa sutileza...
y se notara una leve sonrisa en todos los que escuchamos su palabra calma y segura...
Poco a poco los desfiles van quedando atrás, se apagarán las luces que iluminaron nuestra cadencia tímida o explosiva, nuestro corte creativo y nuestra puesta en escena, los focos grotescos que proyectaron gigantescas sombras e iluminaron nuestro caminar bajarán hasta el matíz que abarque la cotidaneidad... y ....volveremos a comenzar....

Nota: en este texto aparecen fragmentos de maderaycuero.

martes, 8 de marzo de 2011

Que tu día sea cada día